A la distancia

Sentia sus gritos a traves de la pared, no hacía mas de unas cuantas horas que había recibido algunas de sus caricias, sus acciones nunca fueron coherentes con sus palabras.
Las maletas estaban abiertas, al igual que la cantidad de cambios que estaban por venir, ya habia sucedió otras veces, pero ahora era diferente, eran ella dos que no podían seguir ahí. Todo fue rápido, más ahora no, todo fue simple, más ahora se llenó de dudas.
Luego de ocho meses, las cosas cambiaron, probablemente para mejor, eso dicen todos, eso quiere aparentar.
Luego de muchos días algunos la recuerda y también la extraña
Luego de mucho quizás le gustaría volver
Luego, y solo luego de pensar sabe que las cosas no cambiarían.
A pesar de todo quiere creer.
A pesar de todo piensa constantemente en las heridas causadas en los momentos vividos, en los tantos días que no pudo decirle te quiero
A la distancia con el remordimiento y el orgullo a flor de piel piensa en ella
a la distancia la sueña dia a dia
A la distancia sabe que ella también.........

CUENTO VENDETTA PARA DELOS

Tercera persona

Narrador Omnisciente.

Sentía que su cuerpo era totalmente hecho de piedra,(metáfora) con cada paso que daba pensaba cada vez más en aquel minuto, aquel instante, no comprendía por que había ingresado a ese jardín, a pesar de que todo el resto del pueblo tenía clara su misión. Con el correr del día y a medida que más lo pensaba, sentía los remordimientos de culpa, la herida causada por viejo perro cuidador le seguía dificultando su andar, pero los bolsillos llenos de dinero alimentaban las ansias y apresuraban su paso(hipérbole)para volver a casa. Se sentía como el rey de los ladrones(metáfora), pensaba para si que no habría nadie que le remordiera la conciencia, ni siguiera la mirada penetrante de aquel gato disecado que estaba al lado de su pobre víctima.

No tenía necesidad de haber robado, un par de ventanas rotas un disparo certero y una huida rápida.

Las miradas del resto de sus vecinos delataban el hecho, aún así no se arrepentía, con el correr del día ese remordimiento se había esfumado, era más que un simple asesinato, posiblemente más que un robo, la vendetta perfecta, el remordimiento de un familiar menos.

Sumido en su habitación admiraba su tesoro(hipérbole), cinco monedas de oro y la satisfacción de haber acabado con aquel que le había quitado su más grande amor.

De pronto la paz se ve interrumpida, el, esta calmo, sabe que todos algún día pagarán sus culpas, algunos más pronto que otros, para el una tarde, para el asesino de su hija los 15 años que a partir de hoy pasaría entre rejas, disfrutando la satisfacción de realizar su vendetta.